Circuito del Jarama

En la década de 1960, España todavía no tenía un circuito de carreras permanente, ya que los eventos se organizaban en los circuitos de la calle. Hasta que en 1964, el Real Automóvil Club de España (RACE) comenzó a buscar un lugar para un circuito de estas características, estableciéndose en San Sebastián de los Reyes, en las afueras del norte de Madrid.

El holandés John Hugenholtz, fue contratado para diseñar un circuito en una parte del lugar, y el resto se utilizó para formar un campo de golf. El terrero era más pequeño de lo que Hugenholtz esperaba, por lo que el circuito fue compacto con una serie de curvas con cambios de elevación razonables y tramos que suponían un desafío para los pilotos, incluido un giro final radical.

La construcción comenzó en 1966 bajo la dirección de Alessandro Rocci, con los arquitectos Rodríguez Riveiro y Domínguez Aguado diseñando las tribunas, los edificios de boxes y una imponente torre de control, que tenía excelentes vistas de todo el recorrido. La primera carrera se celebró el 18 de diciembre de 1966, antes de que el circuito se completara, mientras continuaba el trabajo en las instalaciones de boxes y gradas. Se empleó una fila de neumáticos para designar el límite entre el box y el circuito… La carrera fue ganada por Juan Fernández en un Porsche 911.

El trabajo se completó en febrero de 1967 y el circuito de Jarama se inauguró oficialmente el 2 de julio. Más tarde, ese mes, llegó una carrera de GT, seguida dos días después de un evento de Fórmula 2 ganado por el Lotus de Jim Clark. El Gran Premio de España de F1 se celebró en noviembre. Sería una prueba para la inclusión de Jarama como parte del Campeonato Mundial desde 1968 en adelante.

La Fórmula Uno continuó en Jarama, pero a finales de los 70, el circuito ya empezaba a quedarse un poco anticuado. Para 1980 se hicieron modificaciones a las eses de Bugatti, acortando ligeramente el recorrido y aumentando el tamaño de la escapatoria. Sin embargo, la Fórmula Uno en el circuito de Jarama duró poco, era demasiado corto y estrecho para ofrecer buenos duelos, como lo demostró la última carrera de F1 en 1981, cuando Gilles Villeneuve mantuvo a raya a cuatro corredores para ganar en un Ferrari considerablemente más lento.

El Campeonato Mundial de Motocicletas continuó hasta 1988, donde fue sede de la ronda española desde 1969 (excepto en 1987 donde el anfitrión fue Portugal), pero a partir de ese momento, en el circuito Jarama los eventos de talla internacional se limitaron al Campeonato Mundial de Coches Deportivos, dos carreras F3000 y el Campeonato Mundial de Turismos de 1987.

En 1990, el RACE decidió renovar y extender el circuito, con una primera curva revisada que aumentó la longitud de la recta principal y una nueva sección de Ascari a Portago, creando un conjunto de curvas ascendentes. El pit lane también se amplió y se agregaron nuevas instalaciones de garaje. Los cambios provocaron un breve resurgimiento en el interés de la escena mundial de la motocicleta, con dos visitas de las Superbikes en 1991 y 1992, antes de un regreso único del Campeonato Mundial de Moto GP en 1998.

Desde ese momento, las carreras en el Jarama ha ido perdiendo interés debido a la nueva generación de circuitos españoles que están en el centro de atención. Jerez, Cataluña, Aragón y Navarra han organizado eventos que alguna vez albergó Jarama, aunque ocasionalmente se ha destacado con carreras para FIA GT (2001 y 2002), la Serie Le Mans (2001 y 2006) y la Serie Mundial by Renault (2000-2004). Hoy sus principales carreras son para las series nacionales de turismo y motos, así como la visita anual del Gran Premio de Camiones Europeos de la FIA.

Gracias a un programa de inversión de siete años anunciado por RACE a principios de 2014, el circuito del Jarama se mantendrá de manera nacional. Una torre de control restaurada y una tribuna formaron la primera fase que se completó en 2015. También se ha creado una extensión adicional de la recta principal de unos 100 metros, para acomodar y expandir el área del pit y las oficinas. Mientras que la fase final, que se completó en 2021, supuso la creación de un nuevo museo con la historia de los fabricantes de motores españoles.